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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
El jardín es un espacio en el que podemos usar los palets de madera para casi todo. Hemos preparado una recopilación de maravillosas ideas con palets para el jardín que esperamos os resulten muy inspiradoras y os ayuden a mejorar y disfrutar vuestro jardín. Ligeros y prácticos, los muebles de jardín hechos con madera de palet tienen un aire inacabado que los hace estar muy a la última. Si puedes conseguir suficientes palets podrás amoblar tu jardín por muy poco.
En cambio si no tienes acceso a tantos ejemplares puedes aprovechar uno para preparar este simpático, decorativo y fresco jardín vertical. Ideal para un patio o jardín pequeños.
Hemos hablado de muebles ¿pero qué te parece este sofá balancín? Estupendo para gozar de las veladas al fresco durante el verano o para echarse una siestecita.
Este ejemplo de camino de jardín está hecho con las tablas de varios palets unidas entre sí. Es un proyecto muy fácil que puede quedarte realmente bien.
Estas jardineras son un buen reto, fáciles de hacer y muy decorativas. Si vas a usarlas para cultivar plantas comestibles procura elegir madera que no esté tratada con productos químicos.
¿Qué puede ser más sencillo que este cajón? Cualquiera puede hacerlo e igual te sirve como semillero como para lo que prefieras.
Hay un montón de ideas decorativas que puedes llevar a cabo con la madera de los palets. Algunas tan bonitas como estas casas para pájaros.
Aunque también puedes preparar un refugio para abejas o insectos que te ayuden a controlar las plagas de tu jardín. Sólo necesitas unas tablas y un taladro.


Si tienes una huerta en tu jardín también puedes usar los palets con fines más prácticos. Hacer un compostador, una cama elevada o sencillamente una valla para proteger tus cultivos.
Esta bonita jardinera de ventana también está hecha con un trozo de palet. Otro proyecto fácil que puedes hacer en muy poco tiempo.
Seguramente habrás visto usar las escaleras de mano como elemento decorativo. Pues puedes hacerlas también con las tablas de un palet. Un magnífico proyecto decorativo que te permitirá ordenar y lucir tus macetas.
Finalmente otra idea muy práctica, un pequeño invernadero. Solamente necesitas unas cuantas tablas para formar los marcos y cristal o plástico para las paredes.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
El granado es un arbusto o árbol pequeño que alcanza como mucho unos 6 metros de altura, aunque por lo general se queda en 2 metros más o menos. Su fruto, la granada, es una rica fruta, sabrosa, dulce y con grandes propiedades para la salud. Veamos pues los pasos y conocimientos que precisamos para el cultivo del granado en maceta. Es una planta resistente y fácil de cultivar incluso en maceta. El suelo debe ser margoso, que es el compuesto por arcilla, limo y arena, y rico en humus. Hay variedades de granados enanos que nos darán muy buen resultado para el cultivo en maceta. La variedad ‘Nana’ es de las más interesantes, crece de forma compacta y tiene una densa floración. La variedad ‘Provence’ es muy parecida pero tolera mejor el frío, hasta -15ºC. También existen variedades ornamentales que no producen fruto como la ‘Flore Pleno’ y la ‘Madame Legrelle’ pero tienen fantásticas floraciones, en rojo la primera y en un rico tono salmón la segunda.
La localización para el granado debe ser la más soleada de que dispongamos en nuestro espacio de cultivo. Cuando las temperaturas bajen mucho, si vivimos en lugares de inviernos muy fríos, debemos resguardarlo en el interior de la casa. Si lo ponemos cerca de una ventana se encontrará a sus anchas. Sobre todo en las épocas de crecimiento hemos de regar con frecuencia y abundantemente, el suelo no debe secarse del todo entre riegos. En invierno reduciremos notablemente el aporte hídrico.
La poda es indispensable para darle a nuestro granado la forma deseada, el mejor momento es cuando haya pasado el riesgo de heladas. Hemos de podar las ramas débiles y las secas, así como las que hayan crecido demasiado, aumentando así la cantidad de flor que producirá el arbusto. El granado es bastante resistente a las plagas, hay que vigilar la mosca de la fruta que suele atacarlo fácilmente. Un problema muy común es el agrietado de la fruta, se produce por fluctuaciones importantes en el grado de humedad del suelo durante la fructificación.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Las mareas, el oleaje y sobre todo la marejada que forman las tormentas arrastran a la playa trozos de madera, ramas y troncos que tienen un encanto muy especial. Tras recogerla hemos de dejar que seque bien y tendremos un excelente material para preparar composiciones decorativas con plantas. El contraste entre esa madera muerta, pulida y agrietada con la frescura de las plantas es increíble. Veamos pues unos cuantos ejemplos de estas composiciones de plantas y madera recuperada del mar. Antes que nada unos consejos: Escogeremos maderas con muchas curvas y recovecos donde poder cultivar nuestras plantas. La mejor forma de conseguir estas maderas es darse un paseo por la playa, el invierno es la mejor época pues no se limpian las playas y las marejadas son más fuertes. Plantas suculentas y aéreas son la mejor elección pues son fáciles de cultivar y no precisan mucho soporte. Materiales: Sustrato Musgo Sphagnum para cubrir los huecos. Pegamento floral Taladro y broca
Si hemos recogido la madera en la orilla de la playa o de un río y por tanto está mojada la dejaremos secar al sol durante 3-4 días. Después con el taladro iremos preparando los orificios donde plantaremos las plantas que deseemos. Donde vayamos a plantar suculentas rellenaremos con sustrato, las tillandsias o plantas aéreas las pondremos en los orificios directamente y cubriremos los huecos con el musgo. Éste lo podemos adherir a la madera con un poco de pegamento floral. Para regar usaremos una pistola con pulverizador.
Cuanto más tiempo ha permanecido la madera en el agua más rugosa es su superficie. Ello se debe a que la madera no es uniforme y tiene partes más blandas y otras más duras, las partes menos lignificadas son las que desaparecen por acción del agua quedando esos surcos tan característicos.
Sobre una pared decorada en un color claro podemos disponer varias pequeñas composiciones para formar una decoración fuera de serie. El marrón desvaído de la madera y el verde de las plantas resaltarán muy bien.
Podemos usar pequeños pedacitos de madera, pulida y redondeada como si de cantos rodados se tratara, para construir las bases que precisemos para nuestras plantas.
Pero también podemos preparar un gran marco con varias ramas grandes y montar un verdadero jardín vertical.
Las posibilidades son enormes y posiblemente la mejor forma de actuar sea dejarse llevar por la forma de la madera. Ella nos inspirará el acabado final.

Las ramas con una forma más rectilínea nos pueden servir para formar estéticas repisas o barras donde colgar unas cuantas plantas aéreas.
Con unos cuantos palitos bien trabajados por el agua podemos elaborar una bella cesta colgante para cualquier planta.

También podemos crear jardineras si tenemos suficiente madera y paciencia para montar este delicado puzzle. Desde luego que valdrá la pena el esfuerzo.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Todo el mundo conoce las plantas de interior y seguramente muchos habréis visto los terrarios que han vuelto a la actualidad con las nuevas tendencias de decoración. Pero en esto ocasión os presentamos una idea similar a los terrarios aunque el soporte en este caso es el agua. Los jardínes acuáticos de interior son sencillamente un recipiente de cristal transparente en el que imitamos la estructura de un pequeño estanque pero dentro de casa y en forma reducida. Esta nueva experiencia tiene mucho que ver con los terrarios y con los acuarios. Hay muchas interacciones entre estas dos actividades pero también con el cultivo de plantas en interior y concretamente con los cultivos hidropónicos que usan como soporte el agua.

¿Recordáis los bulbos cultivados en agua? Estuvieron muy de moda años atrás pero son tan espectaculares que siguen usándose en decoración. Es una forma fácil y limpia de tener plantas bulbosas dentro de casa.
Estos arbustos cultivados en agua son todo un ejemplo de cultivo hidropénico ornamental tremendamente decorativo. En este caso el contenedor tiene también una gran importancia.
Aquí vemos unos recipientes elaborados con botellas de cristal que permiten un cultivo hidropónico sencillo y sobre todo económico. Aquí podemos cultivar cualquier planta pues en la parte superior hay sustrato y está conectada a la inferior que contiene el agua por unos hilos de algodón que llevarán el agua arriba por capilaridad.
Cuando queramos preparar un jardín acuático hemos de saber que hay plantas que pueden vivir debajo del agua, otras que pueden crecer parcialmente sumergidas, las flotantes son las que tienen solamente el sistema radicular bajo el agua y también tenemos las plantas oxigenadoras que además sirven para mantener el agua clara.
Las plantas acuáticas también necesitan luz para llevar a cabo la función clorofílica por lo tanto deberemos situar nuestros jardines acuáticos en un lugar bien luminoso, cerca de una ventana será lo ideal. También podemos usar luz artificial en caso de no poder asegurar un mínimo de luz solar, entre 4 y 6 horas diarias. Cuando limpiemos el recipiente es mejor no usar detergente o de hacerlo enjuagar muy bien para que no quede ningún residuo.
Cambiaremos el agua por completo en cuanto la veamos un poco turbia, las plantas oxigenadoras y unos pececillos nos pueden ayudar a mantener el agua clara pues evitarán la formación de algas. También hay que vigilar el nivel del agua en el recipiente usado pues siempre existirá evaporación. El carbón también se usa en los jardines acuáticos tal como se hace en los terrarios, una capa en el fondo absorberá los malos olores y colaborará en el mantenimiento del agua.

Hay muchos tipos de jardines acuáticos como podéis ver pero los que se hacen usando como recipientes objetos cotidianos del hogar son especialmente decorativos. Incluso podemos reciclar cualquier recipiente de cristal para esta misión.
Los jardines acuáticos de interior no requieren apenas mantenimiento, no hay que regarlos. Son muy resistentes a las plagas y enfermedades, no precisan apenas espacio y son muy limpios.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
El clavo de olor, Syzygium aromaticum, es un árbol de hoja perenne que en su medio ambiente natural puede alcanzar hasta 20 metros de altura. En cambio generalmente los árboles cultivados raramente sobrepasan los 5 metros. Es un árbol de crecimiento lento y bastante longevo, puede superar los 100 años sin dificultad y es originario de Indonesia aunque actualmente se cultiva también en Madagascar, Zanzíbar, la India y Sri Lanka. Como podéis deducir por su distribución y origen el clavo necesita un clima subtropical o como menos templado. No tolera temperaturas inferiores a 0ºC y la ideal está entre 20ºC y 30ºC. Se puede cultivar en maceta y entonces no tendremos ningún problema pues en cuanto se acerquen las temperaturas frías podemos meterlo dentro de casa.
El cultivo del clavo se realiza por esqueje o por semillas. Desde luego no nos sirven las que usamos como especia, los clavos, ya que están desecadas y ya no pueden germinar. No es necesario enterrar las semillas, basta con depositarlas sobre la tierra de la maceta y cubrir ésta con film de cocina. Plantaremos o situaremos nuestra maceta en un lugar con sombra parcial. El suelo debe ser rico y arcilloso con buen drenaje y gran cantidad de materia orgánica. El árbol del clavo crece en zonas tropicales húmedas y por lo tanto requiere riego regular especialmente cuando la planta es joven (los primeros 3-4 años). Aunque el exceso de riego puede ser dañino. El árbol del clavo no florece hasta los 6 años de edad y el clavo no es más que el botón floral desecado. El clavo de olor se usa en la medicina tradicional china y en la ayurvédica por sus propiedades antisépticas y fungicidas. También se usa para tratar el dolor de dientes, el mal aliento y algunos problemas digestivos.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
La chia es una semilla que se ha popularizado mucho últimamente. Pero ¿sabías que puedes cultivar tu propia chia en tu jardín? Vamos a ver qué fácil resulta el cultivo y recolección de la chia para que puedas iniciar tu propio cultivo de este fantástico alimento. Tradicionalmente la chía se ha utilizado para calmar los nervios y fortalecer la memoria pero también es una gran fuente de energía gracias a su alto contenido de carbohidratos. Las semillas de chía son una fuente muy alta de ácido oleico, ácido linoleico y ácido linolénico. Estos ácidos grasos fortalecen nuestro sistema inmunológico para ayudar a proteger el cuerpo contra virus, bacterias y alergias. El aceite de la chia tiene un porcentaje altísimo de ácidos grasos insaturados, alrededor del 75%, lo cual resulta muy beneficioso para el sistema cardiovascular.
La chia es una herbácea que puede alcanzar una altura considerable, 150-180 cm, por lo que hay que reservarle suficiente espacio en el lugar donde decidamos cultivarla. Sus semillas son muy pequeñas y se cultivan a voleo sobre la tierra, después se pasa un rastrillo y se riega, no hace falta enterrar las semillas demasiado. En una semana ya se ven los pequeños brotes, se formará una capa densa que cubrirá todo el suelo, podemos aclarar conforme crece para ir dejando los mejores ejemplares. Las hojas tiernas pueden usarse para preparar infusiones de chia que entre sus innumerables virtudes sirve para reducir el colesterol y bajar la presión arterial.
Como la mayoría de las salvias, la chia lo es, Salvia hispanica, prefiere los suelos ligeros que cuenten con muy buen drenaje. No tolera demasiado bien el exceso de humedad, soporta los terrenos ácidos y la sequía pero no las heladas. También necesita una buena exposición solar, indispensable para que produzca fruto.
Además de todas sus virtudes nutritivas la chia nos regala además con unas hermosas flores de color malva muy ornamentales. La recolección se realiza cuando a estas inflorescencias se les han caído los pétalos.
Colocaremos las inflorescencias cortadas en bolsas de tela o papel y dejaremos secar en un lugar fresco y seco. No hay que cortar la planta entera y colgarla boca abajo como se hace con otros cultivos.

Cuando se han secado hay que separar las semillas de los restos vegetales secos. Es una tarea lenta pero que podemos ir haciendo poco a poco, además podemos pedir la colaboración de nuestros hijos pues no hay ningún problema en que manipulen la chia, sobre todo si hemos hecho un cultivo ecológico sin usar pesticidas ni demás productos químicos.
Con paciencia tendremos nuestra propia cosecha de chia que podremos usar tanto para preparar bebidas como el agua de chia, muy popular en México, masticar directamente pues tiene un agradable sabor a nuez, añadir a batidos, ensaladas y platos así como para germinar y mezclar con la masa del pan.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Incluso en los lugares de clima templado el invierno te puede jugar una mala pasada y helar tus plantas más delicadas en una noche. Nunca viene mal tener un lugar resguardado para tus hierbas aromáticas o para aquellas plantas más delicadas que no puedes meter dentro de casa. Con esta idea que os traemos hoy se puede hacer un mini invernadero con un paraguas corriente, bueno debe ser transparente para que nuestras plantas puedan disfrutar, a pesar de todo, del sol invernal. Sólo hay que ver la idea que vamos a desarrollar para comprender que tiene sentido, que puede ser una interesante opción y además muy sencilla de llevar a cabo.
Veamos los materiales que necesitamos: un paraguas de plástico transparente una maceta o jardinera grande sustrato universal las plantas que prefieras unas cizallas cinta adhesiva o silicona
Aquí se eligió una tina de zinc como maceta, es una interesante opción muy decorativa, aunque podéis usar cualquier tipo de recipiente que se acomode a la forma del paraguas. Lógicamente, por ello, los recipientes redondos serán los más adecuados. Lo único que le hemos de hacer a nuestro paraguas es cortar la empuñadora para quedarnos con el eje central que clavaremos en el centro de la maceta. Con unas cizallas, un corta alambres o unos alicates es muy fácil cortar el tubo metálico. Como es hueco veremos que en la zona de corte se aplastará, eso nos va bien pues con un poco de masilla, cinta adhesiva o silicona podremos acabar de sellar el tubo para que no entre agua ni sobre todo insectos.
Plantamos en la maceta o recipiente elegido las plantas que deseemos cultivar en el mini invernadero y dejamos espacio en el centro, muy poco ciertamente, para clavar el tubo del paraguas. Bien, pues eso es todo, así tendremos un mini invernadero muy práctico, sencillo y económico.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
La acuaponía combina el cultivo hidropónico con la acuicultura. Como sabéis en los cultivos hidropónicos se utiliza agua para transportar los nutrientes que precisan las plantas. Se trata de introducir peces en el sistema para que ayuden a formar un microsistema que beneficiará a las plantas. Los peces harán que ese agua sea más rica en nutrientes gracias a los residuos que generan y el alimento que no ingieren. Aunque hay que encontrar un equilibrio o valerse de los instrumentos necesarios para que el agua no resulte tóxica para los peces. En este sencillo sistema que presentamos, se conoce como acuaponía recirculante o de circuito cerrado, esa tarea la llevará a cabo la grava o roca triturada con la que llenaremos gran parte de los depósitos de agua.

Materiales: 4 tubos de PVC de 150 cm x 125 mm ø 4 codos 4 tapones terminales 2 recipientes grandes lámina PVC para estanques 2 bombas de agua para fuentes 6 metros de tubo negro de 3/8 ø 2 pinzas metálicas vasos de plástico taladro, broca y sierra de corona pegamento PVC grava o roca triturada
Marcaremos en los tubos los puntos donde taladraremos los orificios para insertar los vasos. Cada 18 cm aprox. estará bien, haremos una cruz con un lápiz o un marcador y comenzaremos a perforar con la sierra de corona.
Vamos a montar dos sistemas iguales, cada uno se compone de dos tubos, dos codos, una bomba y un tanque. Estos sistemas de acuaponía funcionan por gravedad y por lo tanto uno de los tubos debe estar a mayor altura que el otro. Unimos ambos tubos con dos codos y colocamos los tapones para cerrar los tubos.
Forramos los tanques con la lámina de PVC y rellenamos con la grava o el material elegido, las bolas de arcilla por ejemplo también van bien. Colocamos la bomba entre las piedras y conectamos la manguera, con una pinza metálica fijaremos el tubo al borde del tanque. Pasamos la manguera por uno de los orificios del tubo más alto de cada sistema y lo fijamos allí con cinta adhesiva o con otra pinza. En cada sistema hemos de practicar un orificio de desague en el extremo del tubo más bajo que desaguará en el tanque del que ha tomado el agua. Para que no salpique mucho el agua es conveniente colocar un tubo de PVC colocado verticalmente en el tanque, lo sostenemos con la grava, y lo más cerca posible del orificio de desague.
Preparamos ahora los vasos de plástico practicando varios orificios en su parte inferior. Una forma sencilla de hacerlo es apilar varios vasos y usar el taladro. Hay que limpiar bien los restos de plástico producidos al perforar los vasos.
Ahora procedemos al cultivo, rellenamos los vasos con material inerte, bolas de arcilla, gravilla, piedra pómez o cualquier otro de los que se suelen usar en los cultivos hidropónicos. Plantamos las plántulas que deseemos y colocamos los vasos en los orificios de los tubos de PVC.
Ya podemos poner en marcha nuestro sistema de acuaponía circulante por gravedad. Hay que procurar que el agua circulante en el interior del sistema no supere los 2-2.5 cm de altura. Tampoco que sea inferior, ello lo lograremos bien por el tamaño del orificio de desague o por su localización. Es cuestión de ir practicando sobre el terreno, también es conveniente vigilar al principio cualquier posible fuga de agua y corregirla de inmediato. Dejaremos el agua en los tanques unas 48 horas para que el cloro se evapore y entonces ya podremos introducir los peces.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Estas 5 bellas flores que pueden cuidar tu piel y tu cabello son grandes conocidas, de hecho podríamos calificarlas como las favoritas de los jardineros. Con toda seguridad las conocerás perfectamente e incluso puede que tengas alguna, o varias, de ellas en tu jardín. El hibisco es una planta muy conocida, bueno en realidad se trata de un género de plantas, Hibiscus, formado por 150 especies de plantas. Crece espontáneamente en zonas de clima tropical y subtropical aunque también se puede cultivar en áreas de clima templado siempre que la temperatura no baje mucho de los 10ºC. La infusión de hojas de hibisco es buena para el cuidado del cabello. Usaremos 10-15 hojas y las pondremos en una cacerola con agua, dejaremos que hierva hasta que se evapore la mitad del agua aproximadamente. Mejora el brillo del cabello y reduce su caída.
Todo el mundo conoce las rosas y casi todos los jardineros saben de los cuidados que precisan pero ¿sabías que pueden ser un magnífico bálsamo labial? Para ello sólo hay que triturar unos cuantos pétalos de rosa y mezclarlos con un poco de miel. Y también pueden servir, las rosas, como tónico para el rostro; para ello sólo hay que mezclar 1/2 cucharada de agua de rosas con otra 1/2 de glicerina. Aplicaremos por la noche y dejaremos acturar mientras descansamos.
El jazmín es otro gran conocido, se cultiva en lugares de clima cálido o templado, aunque precisa un buen grado de humedad para crecer adecuadamente. Destaca por su increíble y profundo perfume que es liberado por las flores sobre todo al atardecer. Con los pétalos de jazmín y aceite de coco podemos preparar una muy buena crema hidratante y antiarrugas para el rostro.
La caléndula es otra flor muy conocida y con un uso medicinal muy antiguo. Los antiguos griegos ya la usaban, así como hindúes y árabes; tanto para tratar diversas enfermedades como en alimentación y como tinte para ropa. Infusionar tres cucharadas de pétalos de caléndula en un vaso de agua y usar para limpiar la piel de la cara, es un buen tratamiento contra el acné por las cualidades antibacterianas de la planta.
La manzanilla es una planta originaria de Europa que se ha usado tradicionalmente como remedio para muy variadas molestias. A una infusión de manzanilla, ya fría, le añadiremos un poco de zumo de limón y leche. Empapamos una compresa y la aplicamos sobre la cara unos 5 minutos. Funciona muy bien para limpiar la piel y eliminar puntos negros y demás impurezas.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Las suculentas son unas plantas espléndidas en todos los sentidos, han evolucionado de forma que son capaces de retener el agua en su interior para sobrevivir a las sequías. Esta cualidad las dota de una curiosa apariencia, carnosas y de formas redondeadas suelen adoptar formas geométricas muy interesantes. Además son facilísimas de cultivar, en la mayoría de los casos apenas requieren cuidados para su mantenimiento. Vamos a ver cómo montar un mini jardín de suculentas en un recipiente ancho y plano que les permite lucirse en todo su esplendor. Estas composiciones se pueden usar como centro de mesa o elemento decorativo tanto para exteriores como para interiores. Pueden ser además un magnífico regalo que nos hará quedar muy bien. Podemos usar esquejes de plantas que ya tengamos o que hayamos conseguido o comprar las plantas en un vivero, entonces el efecto será inmediato.
El primer paso será limpiar el recipiente que vamos a usar para evitar transmisiones de enfermedades. A continuación pondremos una fina capa de gravilla en el fondo del recipiente. Después rellenamos con sustrato para cactus hasta 1 cm aproximadamente del borde del recipiente. Procedemos ahora a sacar las plantas de las macetas en las que las hemos comprado y las distribuimos en el plato a nuestro gusto. La distribución de las plantas dependerá de cómo y dónde vamos a colocar la maceta. Si sólo se va a ver desde un lado es importante plantar los ejemplares más altos detrás y los más bajos delante. Si en cambio se va a ver desde diversos puntos o en todo su conjunto habrá que ir girando el recipiente para ver el efecto.
Las plantas elegidas las enterraremos en el recipiente hasta el mismo punto en que lo estaban en la maceta del vivero. Presionaremos el sustrato para que queden bien cogidas las plantas y a continuación podemos decorar la superficie con piedras, grava, cantos rodados o cualquier otro material ornamental. Finalmente regaremos con cuidado para que el agua no erosione el sustrato ni se desborde. Dispondremos nuestro mini jardín de suculentas en un lugar luminoso y resguardado de las corrientes de aire. Hay que vigilar el riego para no excederse pues son plantas que no toleran nada bien el exceso de humedad.
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